El Protectorado español de Marruecos fue legitimado por administradores coloniales y africanistas como el fruto de una relación de proximidad histórica e incluso biológica entre españoles y marroquíes. Esta retórica remarcaba una supuesta hermandad que, en realidad, justificaba la tutorización paternalista del marroquí. El artículo presenta las claves de dicha retórica y contrasta su dimensión ideológica con el terreno práctico de las relaciones sociales y cotidianas entre españoles y marroquíes, con sus barreras y entrecruces. Estas relaciones estuvieron conformadas por múltiples mecanismos de separación: en el espacio y en las formas de relación social, dadas las respectivas prohibiciones sexuales y matrimoniales. A pesar de estas barreras, los datos presentados, a partir de fuentes coloniales y entrevistas, indican que existieron relaciones de proximidad, especialmente entre las clases bajas. Dichas relaciones contrastan con otro tipo de diferencias que dividían a la sociedad colonial española, como la frontera social entre civiles y militares.
Política colonial, Marruecos, fronteras sociales, relaciones mixtas, aculturación.