Cádiz, ciudad con una notable herencia pesquera y marinera fenicio-púnica, fue uno de los principales puertos del Mediterráneo occidental entre época republicana y altoimperial. No obstante, se conservan escasos vestigios arqueológicos de sus estructuras portuarias, progradadas bajo el puerto moderno-contemporáneo, como sucede en las principales ciudades portuarias atlántico-mediterráneas, de ahí que tengamos que recurrir a evidencias indirectas para su conocimiento, como es el caso de su importante faro o de la tupida red de embarcaderos secundarios. Recientes investigaciones geoarqueológicas han permitido verificar el mantenimiento del carácter insular del archipiélago hasta avanzada la Antigüedad Clásica, frente al asentado paradigma que planteaba el cegamiento parcial del estrecho interinsular (el llamado «canal bahía-caleta») desde época fenicia, con la existencia de sendos puertos (interior y exterior). También se analiza sucintamente la importancia del enclave en el comercio de redistribución internacional, siendo la producción y dispersión de las ánforas salazoneras y las mercancías suntuarias llegadas a su puerto dos de los mejores indicadores de su pujanza económica.
Arqueología portuaria, Gades, geoarqueología, tráfico marítimo.