La competencia por la supremacía regional entre Irán y Arabia Saudí tiene una fuerte dimensión económica. Arabia Saudí ha sido capaz de incrementar su producción de petróleo desde 2011 para compensar la caída de la producción de Irán, desempeñando así un papel clave en las sanciones que han estrangulado recientemente la economía iraní. Se está produciendo igualmente una competencia económica entre Irán y Qatar, siendo este último mucho más exitoso que el primero en el desarrollo de sus exportaciones de gas natural. Pero, por otro lado, Irán ha tenido mayor éxito que Arabia Saudí en la diversificación de su economía; bajo la presión de las sanciones, ha sido capaz de desarrollar sus exportaciones no petroleras. Es más, la modernización de la sociedad iraní puede conducir a cambios importantes hacia un sistema económico privatizado y más eficiente en Irán. Por último, pero no menos importante, la posibilidad de una nueva alianza geopolítica entre Irán y Estados Unidos podría beneficiar a la economía iraní.
Petróleo, gas natural, exportaciones no petroleras.